Se acostumbra decir que los concept cars son ejercicios de diseño que marcan el futuro. El momento perfecto para que los diseñadores dejen volar su imaginación y dibujen las líneas que están por venir. Pero va más allá, es cierto que los concept cars son un vistazo a los modelos que pisarán la calle unos años después. Estas cinco creaciones de SEAT lo demuestran.
Un eléctrico en el Olimpo: 1992. Mientras Barcelona se sumerge en plena fiebre olímpica, los ingenierons de SEAT viven sus propios Juegos. El reto es apasionante: preparar un vehículo eléctrico para que acompañe el recorrido de la llama olímpica y de la prueba de Maratón. El resultado, un Toledo eléctrico, con baterías que pesaban 500 kilogramos y una automomía de 65 kilómetros. “No es estrictamente un prototipo, sino un concept car que a inicios de los años 90 muestra que otros sistemas de propulsión son posibles”, recuerda Isidre López, responsable de la Colección Histórica de SEAT.
Hoy, ese Toledo, junto al resto de joyas de la marca, se encuentra en la nave A-122 de la fábrica de la Zona Franca, señalando el camino para los vehículos del futuro.
Y se hizo la luz: Cuando se le pregunta a Isidre López por un prototipo que haya marcado la iluminación de los automóviles del futuro, la respuesta es clara: SEAT Bolero. Una de las estrellas del Salón de Ginebra de 1998, este sedán coupé contaba con un motor de 330 HP. Pero no sólo eso, sino que también fue pionero en sus cuadros ópticos. “Bolero es un primer punto de partida en el que las ópticas ya son independientes, situadas detrás de una pantalla transparente de policarbonato, en lugar del típico cristal” apunta López. Más adelante, el IBE sería el primer concept car en introducir los representativos faros de SEAT León y de la gama actual.
Camino a los SUV: SEAT cuenta actualmente con una gama de tres SUV, Arona, Ateca y Tarraco, pero mucho antes ya inició su andadura hacia este segmento. Uno de ellos fue el Salsa Emoción (2000), que era más bien un crossover pero ya lucía una arquitectura similar a la de los SUV. Fue en el año 2007 cuando SEAT mostró un prototipo que ya era propiamente un SUV: Tribu. “Es el primer modelo en el que se ve claramente la intención de construir un SUV en el futuro”, señala López.
El IBE, el diseño actual: 2010, Salón del Automóvil de París. SEAT presenta un concept car que supone un antes y después en el diseño de la marca: IBE. Las líneas de tensión, las proporciones, los faros LED…todos sus elementos marcan el ADN de diseño de la futura gama. “El IBE define claramente el lenguaje de diseño de la tercera generación de León y tiene un carácter claramente comprometido con la electrificación de la movilidad del futuro ya en 2010”, apunta López. IBE es, además de un punto de inflexión en diseño, un prototipo eléctrico con un motor que entregaba 102 HP con el que SEAT ya marcaba su visión de futuro.
Always on: La conectividad se ha convertido en un factor imprescindible para la movilidad del presente y del futuro, y en el caso de SEAT juega un papel esencial en su estrategia. Pantallas cada vez mayores y conexión permanente con el telefóno celular forman parte de nuestro día a día.
Un concept car de SEAT ya poseía en 2015 muchos de estos elementos. El 20v20 era un CUV (Crossover Utility Vehicle) híbrido con una futurista aproximación a la conectividad. El centro era el Personal Drive, un dispositivo táctil en forma de moneda que funcionaba como sistema de navegación móvil y como control remoto para activar la climatización del automóvil. Dentro del vehículo, el 20v20 disponía de tres pantallas, una de ellas de 12.3 pulgadas, cuyo contenido se podía personalizar a través del Personal Drive.